jueves, 26 de noviembre de 2015

¿CÓMO TRABAJAR LA FUERZA CUANDO PADECEMOS ALGUNA LESIÓN O PATOLOGÍA?


Para fortalecer y mejorar la capacidad de la musculatura lesionada, debemos conocer los distintos tipos de trabajo muscular que hay. En función del estado del paciente en cuanto a capacidad de movilidad, y la fase en la que se encuentre, utilizaremos un tipo de contracción o combinación de ellas (Baker, Wilson, y Carlyon, 1994). 

       Los ejercicios isométricos son contracciones musculares que mantienen constante la longitud de las fibras musculares. Estas contracciones sin movimiento ayudan a mejorar la estabilidad de la articulación, manteniendo relaciones normales en la longitud-tensión. 

          En las contracciones isotónicas de los músculos esqueléticos, se encuentra implícito el trabajo concéntrico y excéntrico. La contracción concéntrica se produce cuando el músculo genera una tensión para vencer una resistencia, a la vez que produce un acortamiento de las fibras musculares, mientras la contracción excéntrica se produce cuando una resistencia ejerce mayor tensión sobre el músculo, y produce un alargamiento de sus fibras, aumentando su longitud. 

La propiocepción, a pesar de no ser un trabajo de fuerza en sí, se ha de tener en cuenta ya que ayuda a mejorar la activación de la articulación. Esta activación muscular nos ayuda a evitar perder el equilibrio durante la inmovilidad producida por la lesión (Paredes, Martos y Romero, 2011). Savedra et al. (2003), demostraron la existencia de una relación positiva entre la fuerza y propiocepción. Este tipo de trabajo, se debe utilizar con el objetivito de actuar como protector de rodilla, provocando un aumento de fijación refleja, a través de un mejor control neuromotor del movimiento (Casais, 2008; Savedra, et al., 2003).

Si lo que pretendemos es programar un trabajo de cargas sobre una zona lesionada basando en el equilibrio de tensiones, debemos tener en cuenta los índices de generación de fuerza de la zona. Estos se agrupan en dos tendencias, índice de fuerza bilateral e índice de fuerza unilateral. El índice de fuerza bilateral, relaciona la descompensación que podría existir entre el segmento corporal inferior izquierdo y el segmento corporal inferior derecho (pierna dominante-pierna no dominante), mientras que el índice de fuerza unilateral, se basa en la desigualdad de tensión de la misma extremidad inferior, es decir, musculatura agonista y antagonista de la articulación (Ayala et al., 2012).

Se han empleado principalmente para identificar los factores de riesgo de lesión, comprobar la eficacia de los programas de rehabilitación, y concluir si un deportista está preparado para la vuelta a su práctica deportiva. Esto nos hace pensar que las asimetrías funcionales incrementan la posibilidad de aumentar el índice de patologías (Ayaso, 2003), a la vez que dificulta su recuperación. 

        Algunos estudios, han comprobado que el componente excéntrico es uno de los principales factores a tenerse en cuenta a la hora de desarrollar un programa de prevención o readaptación, sobre todo en las extremidades inferiores. Esto nos hace pensar que el desarrollo de la fuerza excéntrica en el tren inferior, ayudará al individuo a mejorar la capacidad de generar tensión muscular a la vez que actuará como protección a la hora de sufrir alguna lesión posterior.

            En el estudio realizado por Askling et al. (2003), citado por Petersen y Hölmich (2005), a pesar de que la muestra era pequeña, se comprobó que a través de un entrenamiento de la fuerza centrado en el componente excéntrico se aumentaba significativamente los niveles de tensión que era capaz de generar la musculatura (excéntrica-concéntrica).

Otras investigaciones han comprobado la eficacia positiva que tiene la inclusión del trabajo de la fuerza excéntrica-concéntrica en la recuperación de la estabilidad de la rodilla, buscando compensar el déficit de propiocepción y fuerza (Paredes, Martos y Romero, 2011; Márquez, J. y Márquez, W., 2008). Esto nos lleva a pensar que la generación de tensiones musculares basadas en la combinación de contracciones isométrica, concéntrica y excéntrica, junto a un trabajo propioceptivo, tendrá números beneficios en la rehabilitación-readaptación del sujeto con patologías en las articulaciones, favoreciendo la mejora del equilibrio muscular, tanto unilateral como bilateral.Para aplicar este tipo de contracciones en el paciente, nos basarnos en el equilibrio muscular. 


A continuación mostraremos un ejemplo real de programación del trabajo de fuerza en la recuperación de la lesión de un jugador de pádel amateur, en función de las diferentes fases por la que esta pasa y basándonos en Paredes et al., 2011:


            Este programa de intervención duró aproximadamente 13 semanas, y se distribuye:


CONCLUSIÓN

       Es vital el papel de la fuerza para una buena rehabilitación readaptación de nuestros deportistas, antes de la vuelta a la práctica en su máxima exigencia. Para ello debemos conocer las diferentes formas en la que se manifiesta y como programarlas en función de la fase de lesión en la que nos encontremos.
BIBLIOGRAFÍA

Ayala, F., de Baranda, P. S., de Ste Croix, M., y Santonja, F. (2012). Validez y fiabilidad de los ratios de fuerza isocinética para la estimación de desequilibrios musculares. Apunts. Medicina de l'Esport, 47(176), 131-142. 


Ayaso Maneiro, J., (2003). Estudio de la fuerza con respecto a la lateralidad funcional de los extensores de la rodilla y su relación con un índice de normalidad. Lecturas: Educación física y deportes, (59), 31.Baker, D., Wilson, G., y Carlyon, B. (1994). Generality versus specificity: a comparison of dynamic and isometric measures of strength and speed-strength. European journal of applied physiology and occupational physiology, 68(4), 350-355. 

Casáis, L. (2008). Revisión de las estrategias para la prevención de las lesiones en el deporte desde la actividad física. Apunt ́s. Medicina de l ́Esport, 157, 30-40. 

Márquez Arabia, J. J., y Márquez Arabia, W. H. (2009). Lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla. Iatreia, 22(3), 256-271. 

Paredes Hernández, V., Martos Varela, S., y Romero Moraleda, B. (2011). Propuesta de readaptación para la rotura del ligamento cruzado anterior en fútbol. Revista internacional de medicina y Ciencias de la actividad física y del deporte, 43. 

Petersen, J., y Hölmich, P. (2005). Evidence based prevention of hamstring injuries in sport. British journal of sports medicine, 39(6), 319-323. 


Savedra Mercado, P., Coronado Zarco, R., Chaves Arias, D., Diez García, M. D. P., León Hernández, S.H., Granados Renteria, R.. Perez Medina, R., Gonzalez Rojas, R., y Escudero Perdomo, M.(2003). Relación entre fuerza muscular y propiocepción de rodilla en sujetos asintomáticos. Revista Mexicana de Medicina Física y Rehabilitación, 15, 17-23. 

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