PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO PARA PACIENTES CON HIPERTENSIÓN ARTERIAL.
DEFINICIÓN DE LA PATOLOGÍA
La hipertensión, es un término que se conoce desde
hace un siglo aproximadamente. Nace aproximadamente años después del
esfigmomanómetro, aparato que hoy se conoce como tensiómetro (García, Hernández
y Aomedo. et al., 2006).
Actualmente es reconocida como uno de los factores de riesgos más importante y
común, cuando nos referimos a enfermedades cardiovasculares. Según informes de
la OMS y del Banco Mundial de la Salud, se destaca la importancia de esta
enfermedad como obstáculo para el logro de un buen estado de salud. La
hipertensión actúa sobre el corazón, produciendo un infarto del miocardio, lo
que comúnmente conocemos como un “ataque al corazón”. No es
solamente una enfermedad que afecta a personas mayores, debemos saber
que pueden aparecer también en jóvenes y adultos, ya sean del género masculino
o del género femenino. Esta enfermedad se ha identificado como una de las
principales causas de muerte y uno de los mayores problemas de salud
pública.
En una reunión
del Comité Científico de JNC-7 realizada en el marco del Congreso Anual de la
Sociedad Americana de Hipertensión en mayo del 2005, se definió la hipertensión
como:
“La HTA no es un
conjunto de cifras escalonadas, es parte de un síndrome cardiovascular
progresivo, debido a muchas causas que lleva a cambios
funcionales y/o morfológicos del corazón y de los vasos”.
“La HTA,
especialmente la hipertensión sistólica, es un indicador de riesgo del síndrome
aterotrombótico, debido a múltiples causas que llevan a cambios funcionales y/o
morfológicos de las arterias”.
Una definición más fácil y simple es “la hipertensión
se define como una presión arterial (PA) anormalmente elevada y es un factor de
riesgo primario de cardiopatía coronaria” (Woolf-May, K. 2008).
Esta enfermedad
se produce sin etiología directa que las causen, por ello diremos que es
una enfermedad ideopática, conocida como la “asesina silenciosa”.
Aproximadamente el 90% de los casos son de carácter ideopática, y el 10%
restante, tienen su origen en causas secundarias, como pueden ser otras
enfermedades.
Para saber si
padecemos este tipo de enfermedades debemos tomarnos la tensión constantemente,
ya que son los valores obtenidos de ellas los que determinarán si la padecemos
o no. Este tipo de enfermedad, es imposible detectarlas a simple vista, ya que
no presenta síntomas, ya que las personas son incapaces de saber si su tensión
es elevada basándose en cómo se sienten produciéndose incluso en algunos
individuos, la hipertensión de forma asintomática hasta que se produce un
trastorno cardiovascular agudo, como puede ser un infarto de miocardio.
Los principales
factores de riesgo de la hipertensión son de carácter hereditarios, bajo peso
corporal para la edad gestacional, gran incremento del peso como adolescente,
la no realización de actividad física y el consumo de sustancias alcohólicas
(Krzesinski,2002, citado por Woolf-May,K., 2008). A parte de estos factores,
nos encontramos con otras causas que también son propensas a producir
hipertensión primaria: tabaquismo, aumento de la edad, la hiperinsulinemia y la
sensibilidad y el consumo de sodio.
PRESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
Hay diferentes
estudios que demuestran que la actividad física funciona como un efecto
hipotensor en sujetos hipertensos y normotensos. En los resultados se observa
una disminución de 3’8mmHg en la presión arterial sistólica y de 2’6mmHg en la
diastólica.
La falta de
realización de actividad física se ha catalogado como un problema de salud
pública, reconociéndose el sedentarismo como un factor que provoca un aumento
simultaneo de las enfermedades cardiovasculares (Boraita, 2008). Por ello se
puede decir que una práctica frecuente de actividad y ejercicio físico, a una
intensidad moderada, producen adaptaciones beneficiosas para la salud. Son
muchos los estudios, los que han demostrado, que existe una relación inversa
entre el ejercicio regular y riesgo de enfermedades cardiovasculares y
coronarias las cuales son causas de muerte.
El ejercicio
físico mejora el perfil lipídico (reducción de las lipoproteínas de baja
densidad y los triglicéridos, aumento de las lipoproteínas de alta
densidad) de las personas y el control de la glucemia, ayudando esto
a reducir o evitar la hipertensión arterial, la obesidad, el estrés
mejorando la forma física y aumenta la longevidad.
La realización
de “entrenamientos” o sesiones de deportes, donde predomina el dinamismo en los
ejercicios y el trabajo de la cualidad de resistencia, producen beneficios
sobre todo a niveles cardiovasculares, siendo bastante enriquecedores, para
aquellas personas con hipertensión
Algunas de las adaptaciones que se producen
relacionadas con esta patología son (nivel cardiovascular):
• Disminución
de la frecuencia cardiaca.
• Aumento
del volumen de cavidades.
• Aumento
del grosor de los espesores parietales.
• Incremento
del volumen sistólico.
• Aumento
de la densidad capilar miocárdica y de su dilatación.
• El
control de la cifras de presión arterial.
• Antihipertensivo
por lo que se produce una disminución de la estimulación simpática al aumentar
el efecto de los barorreceptores (Huerta, 2001).
• El
ejercicio físico disminuye la rigidez de las arterias e incrementa la
sensibilidad a la insulina. (Huerta, 2001).
• La
actividad física se correlaciona positivamente con la salud mental. (Mendoza,
2013).
Los programas de
ejercicios con actividades con alto índice de dinamismo, previenen el
desarrollo de la hipertensión arterial, o descienden las puntuaciones de la
presión sanguínea en personas con valores normales o hipertensión
arterial.
En
cuanto a las características que deben tener los programas de entrenamiento
para obtener beneficios, que ayuden a mejorar y reducir la hipertensión, parece
que todos los tipos de ejercicio son válidos, desde entrenamiento
contrarresistencia a entrenamientos aeróbicos. Aun no se ha llegado a un
acuerdo sobre cuál es la intensidad de los ejercicios más adecuada para este
tipo de patologías (Boraita, 2008).
Podemos destacar
que los ejercicios de intensidad moderada, a pesar de ser menos
dificultosos y dar más seguridad a personas con este tipo de
cardiopatías, sus beneficios son similares, a aquellos programas de actividad
física en los que la intensidad es mayor.
A pesar de ello
hay autores que no están de acuerdo con los ejercicios de alta intensidad,
utilizando como justificación “La realización de ejercicios en los que se
realizan un gran esfuerzo como por ejemplo levantar pesas son ejercicios
dañinos puesto que aumentan las resistencias arteriales, suben la tensión
arterial y por lo tanto sobrecargan al corazón” (Ramírez, E. 2013), “El mejor
ejercicio para la hipertensión es el ejercicio de baja intensidad, estos
ejercicios se caracterizan por la realización de un esfuerzo pero con una
resistencia baja, por ejemplo caminar, nadar o montar en bici” (Ramírez, 2013).
A pesar de ello no hay evidencias científicas.
Como por ejemplo
programas de estas características:
- Un
40-60% del VO2MAX
- Un
60-75% de la frecuencia cardiaca máxima).
- Una
duración por sesión de 30-45 min.
- Durante al
menos 3-4 días por semana.
La utilización
de programas mixtos (ejercicios de fuerza y de resistencia), además de asegurar
el efecto antihipertensivo, ayuda a que el entrenamiento resulte más atractivo,
y por lo tanto asegurarnos la continuidad del paciente.
BIBLIOGRAFÍA.
Bellido,
C. M., Fernández, E. L., López, J. A., Simón, P. H., & Padial, L. R.
(2003).Etiología y fisiopatología de la hipertensión arterial esencial. Miocardio,
3, 141-160.
Boraita
Perez, A. (2008). Ejercicio, piedra angular de la prevención cardiovascular.
Revista Española de Cardiología, volumen 61, pág 514- 528.
- García,
Delgado, J.A.; Pérez, Coronel, P. L.; Chí, Arcia, J.; Martinez, Torrez, J.;
Pedroso, Morales,I. (2008). Efectos terapéuticos del ejercicio físico en la
hipertensión arterial. Cuba: Centro de investigaciones Médico quirúrgicas.
Woolf-May,
K. (2008). Prescripción de ejercicio. Barcelona: ELSEVIER MASSON.
Earle, R.W; Baechle, T.R.
(2008). Manual NSCA. Fundamentos del entrenamiento personal.
Paidotribo.
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CÓMO ME CURÉ DE VIRUS DE HERPES.
ResponderEliminarHola a todos, estoy aquí para dar mi testimonio sobre un herbolario llamado dr imoloa. Fui infectado con el virus del herpes simple 2 en 2013, fui a muchos hospitales para curarme pero no había solución, así que estaba pensando en cómo puedo encontrar una solución para que mi cuerpo esté bien. un día estaba en el lado de la piscina buscando y pensando dónde puedo encontrar una solución. Visito muchos sitios web donde vi tantos testimonios sobre el Dr. Imoloa sobre cómo los curó. No lo creía pero decidí intentarlo, lo contacté y él me preparó el herpes que recibí a través del servicio de mensajería de DHL. Lo tomé durante dos semanas después, luego me indicó que fuera a hacerme un chequeo, después de la prueba me confirmaron que tenía herpes negativo. Soy tan libre y feliz. por lo tanto, si tiene un problema o está infectado con alguna enfermedad, comuníquese con él por correo electrónico drimolaherbalmademedicine@gmail.com. o / whatssapp - + 2347081986098.
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